domingo, 10 de octubre de 2010

La Santa Inquisición



Domingo de Guzmán fue un católico fanático español, también declarado santo, que fundó en 1216 (5 años antes de su muerte) la Orden de Predicadores (Los Dominicos), por su odio a la herejía. Este grupo se destacó en los ámbitos de la teología y doctrina embarcados por grandes figuras, entre ellas se encontraba Tomas de Aquino. Muchos de los que una vez pertenecieron a esta Orden Dominicana, fundaron en 1233 una de las instituciones religiosas que más combatió la herejía: La Santa Inquisición.
Esta institución tenía como propósito combatir la herejía que estaba floreciendo en Europa. “El que no estaba con la iglesia, estaba en contra de ella”. Judíos, cátaros y protestantes, eran los preferidos para aplicarles castigo. Las formas de “corregir” (torturar o matar) a los herejes eran diversas: los metían dentro de un barril con clavos y los lanzaban colina abajo, los ahorcaban, los colgaban del pulgar y ponían pesas en sus pies, los despellejaban vivos, los quemaban vivos, los asaban vivos, les ponían una máscara que tenía ductos en las orejas donde vertían acero derretido, y muchas otras.
Lo cité anteriormente del libro “La Inquisición” de Edward Mann, y lo vuelvo a citar, según Jesús “Por un fruto se reconoce si es bueno o no un árbol”.

El fruto del árbol de la religión lo adoptó la política, y manipulándolo, lo transformó, pero su esencia sigue siendo el terror; el hereje ha dejado de ser hereje, ahora es un terrorista, que sólo con el hecho de que una persona piense distinto a los demás se le enmarca en este término.

Bibliografía:
La Inquisición (Título en inglés: The Story of the inquisition), Edward Mann, ed. Humanitas, Barcelona, España, 1991.
El enigma sagrado (Título en inglés: The Holy Blood and the Holy Grail), Michael Baignet, Richard Leigh, Henry Lincoln, ed. Martínez Roca, España, 1985.

Webografía:

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